Pragmatismo ofensivo

El Tigres de 2003 dirigido por Pumpido no fue campeón, pero desarrolló un futbol de excelencia que todavía se recuerda en San Nicolás. Sin profundizar en el análisis, en las peñas futboleras de la Sultana del Norte se repite como una verdad revelada que la clave para el vistoso y efectivo funcionamiento de unos felinos que contaban con figuras como Gaitán y Kléber fue la libertad que le dio Neri a un conjunto que tenía un andamiaje defensivo bien establecido por el anterior paso del Tuca Ferretti.

Siempre fui escéptico y nunca tomé en serio esta teoría tan difundida como poco fundamentada porque entendía que tenía más implícita una acusación a una supuesta falta de audacia de Ferretti que un análisis futbolístico serio.

Me vino a la cabeza esta leyenda futbolera local al observar y comparar versiones anteriores con el actual funcionamiento del Atlético de Simeone. ¿Les soltó El Cholo las riendas como hipotéticamente hizo Neri con Tigres y así el Atleti explotó su potencial? Lo positivo es que su pragmatismo, tantas veces manifestado en planteamientos defensivos que ponían un corset al potencial futbolístico del Atlético, esta vez lo puso al servicio de un futbol mucho más vistoso donde jugadores como Koke, João Félix o Correa encuentran una plataforma para demostrar toda su capacidad. Mientras en La Liga pasada los madrileños promediaron 1.3 goles por partido, en los siete encuentros disputados en esta temporada la media es de 2.5 anotaciones.

El Cholo siempre despreció la importancia de la posesión, sin embargo, en cinco de las siete jornadas jugadas, su equipo tuvo la pelota más tiempo que el rival.

Su explicación: “Todo se genera a partir de Suárez. Hay necesidad de abastecerlo. Costa y Morata son más de ir al espacio y con el campo largo. Luis necesita más gente cerca, vivir donde hace daño, y el equipo trabaja en búsqueda del camino de lo más complicado, que es el gol”.

Es una gran noticia que el pragmatismo, sobre todo viniendo de uno de los mayores apóstoles actuales del resultadismo, haga su aporte a un futbol más ofensivo. Hoy, este Atlético que elabora más el juego tiene mucho más equilibrio, un concepto que inexplicablemente siempre se utiliza para señalar falta de solidez defensiva y no las carencias de cara a la portería rival.

No tengo todavía idea de cómo se produjo la mutación entre el Tigres del Tuca y el de Pumpido, pero sí puedo señalar que ilusiona observar que el pragmatismo del Cholo evolucionó, aunque su discurso caducó hace tiempo.

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