Reto

Los Pumas de la UNAM estarán este medio día ante un reto histórico en su trayectoria. Sin duda alguna estarán enfrentando a uno de los grandes equipos del balompié mundial, el Barcelona, una institución que atraviesa por tremendos problemas financieros y, que, poco a poco, comienza a sacar la cabeza del agua, pues, literalmente desde la perspectiva financiera, tenían el agua al cuello. Hasta ahora, la brillante gestión del mejor presidente que ha tenido el equipo catalán, Joan Laporta, les permite volver a respirar y a intentar regresar a los excelsos momentos, como los vividos en el tiempo de Rafa Márquez.

Después de la desastrosa gestión del anterior presidente Josep María Bartomeu, el equipo culé atravesaba una de sus peores crisis en todos sentidos, por lo que la llegada de Laporta ha sido un bálsamo para la muy entristecida afición.

Será muy interesante observar lo que los Pumas de Andrés Lillini presenten en el Camp Nou, la casa del Barça. He podido investigar, y ojalá me equivoque, que los auriazules saltarán al medio día, tiempo nuestro, con un equipo fundamentalmente integrado por extranjeros, pocos nacionales, y ya ni hablar de los canteranos, que, desgraciadamente y contra toda la tradición, mística, pero, sobre todo, contra la esencia de los universitarios, pocos saltarán a la cancha como titulares para afrontar tan importante compromiso, quizá sea sólo uno.

El asunto resulta más complejo de lo que parece, pues Pumas parece perder todo la intensidad y velocidad que los jóvenes aportan, la frescura de los que pretenden convertirse en grandes jugadores y que salen al campo a partirse el alma.

Hoy, el equipo ataca con lentitud, con grandes refuerzos como Alves, Salvio y Del Prete, pero casi en cámara lenta. Ojalá me equivoque, pero es muy probable que el equipo azulgrana les pase por encima.

Parece ser que el equipo, otrora generador de talento emanados de la propia cantera, renuncia a su vocación, pues aparentemente, las órdenes desde la Rectoría de la máxima casa de estudios es que obtengan un título, y quizá eso lo interpreta Lillini como una instrucción para siempre jugar con los refuerzos, dar prioridad a los extranjeros, que hoy son mayoría en las alineaciones de los felinos, y lo demás da igual.

Pumas parece extraviado, pues, ojalá me equivoque, no les alcanzará para un título, aún con Alves, no generan nuevos jugadores que le den valor a la institución, y se va a perder una generación ante la ambición sin medida y fundamento.

Una pena…

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