Pablo Carrillo

Pablo Carrillo
La neurona

Ovación de pie

18 de Mayo de 2019

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Una vez más, el taekwondo regresa a los primeros planos del deporte internacional en los presentes campeonatos mundiales de la especialidad que se está desarrollando en Manchester, en Inglaterra, pues la cuenta ya es de tres preseas, dos de plata y una de bronce, una fantástica cosecha, por donde se le vea.

En particular debo reconocer mi enorme admiración para la gran María del Rosario Espinoza, que, a sus treinta y un años, sigue demostrando lo excepcional de su talento y disciplina, para sumar su tercera medalla en mundiales, que, aunada a sus tres medallas olímpicas, la ponen en lo más alto del olimpo del deporte nacional, nadie en la historia de nuestros atletas ha conseguido tal cosecha, por lo que María del Rosario ratifica su condición de la mejor deportista de la historia de nuestro país. Muchos años de empeño, dedicación y esfuerzo la han llevado hasta este tiempo en lo que parecía una muy arrojada apuesta de la sinaloense, el seguir a pesar de tantos y tantos logros compitiendo con jovencitas, menores que ella, y por ende, rivales muy complejas, por obvias razones.

Oro, plata y bronce, en olímpicos y en mundiales, la erigen hasta un sitio inalcanzable, por lo pronto, para otros deportistas nacionales. Mi más sincera felicitación para una mujer que es un ejemplo de superación, entrega y constancia. Ovación de pie para la más grande de la historia.

Por otra parte, debo felicitar a los dirigidos por Marco Antonio El Chima Ruiz, que lograron, no sólo el boleto al Mundial Sub 17 al acceder a las semifinales en el torneo que la Concacaf organizó para dirimir a los equipos que representarán a la zona en la gran competencia de esa categoría a jugarse en Brasil en el mes de noviembre, sino que lograron un memorable triunfo ante el equipo de los Estados Unidos, en un épico encuentro que se definió hasta los tiempos extra, misión nada fácil pues fue menester derrotar a los de las barras y las estrellas en su propio país en el estado de Florida, sede del torneo premundial.

Muchas jornadas para el deporte nacional en las que podamos congratularnos de los triunfos de los nuestros, pues honestamente el panorama deportivo se comienza a ver un tanto nebuloso, así como se vislumbra el paisaje en estos infaustos días en los que amanece en tinieblas en la Ciudad de México, sin afán de ser ave de mal agüero y con el máximo deseo de equivocarme.

Así es que, a ovacionar a nuestros ganadores, que contra viento y marea ponen en alto el nombre de nuestro país.

 

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