Pablo Carrillo

Pablo Carrillo
La neurona

Esperanzador

25 de Septiembre de 2020

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La final de la Supercopa de Europa, entre el ganador Bayern Múnich y el Sevilla ha dejado a los bávaros la satisfacción de un título más a sus abigarradas vitrinas, confirmándose como el más ganador de su país y uno de los más grandes de Europa y del mundo, de eso no cabe duda.

Más allá del inobjetable triunfo para el equipo germano, lo que me parece realmente de llamar la atención es la maravilla de ver aficionados en la tribuna hasta en un 30 por ciento. Ya habíamos presenciado algo similar en el marco de las semifinales y la final del Masters 1000 de Roma, el pasado fin de semana, y así con un marco esperanzador, observamos cómo la vida, lentamente, regresa paso a paso a su status normal. Lástima que ha pasado ya casi medio año perdido.

La Puskas Arena de Budapest, Hungría, es una belleza arquitectónica apenas inaugurada el año pasado, después de que su construcción iniciara en 2017. Ha merecido recibir una final de esa naturaleza, pues francamente es una maravilla en su concepto. Por cierto, que ese nuevo recinto se erigió donde estaba el estadio Ferenc Puskas, que fue demolido para dar paso a una obra moderna.

El caso de mayor relevancia, además de mostrar al planeta con motivo de la final de la Supercopa, es que también aprovecharon para demostrar a todos los millones de telespectadores que han manejado adecuadamente el impacto de la pandemia mundial, y que, para su fortuna, solamente ha sufrido poco más de 22 mil infectados, así como una cantidad de 709 fallecimientos. Claro que influye que es un país de poco menos de 10 millones de habitantes, para ser exactos son nueve millones 650 mil. Sin embargo, sus buenos números les permiten gradualmente regresar.

Es imposible comparar números con los de nuestro país. Sin embargo, considerando cifras por millón, lo podemos hacer, a pesar de que México es un país trece veces más grande en términos de habitantes. En caso de infectados por millón aquí tenemos cinco mil 500, en Hungría dos mil 200. En muertes por millón en nuestro país, lamentablemente, llevamos 580, mientras que ellos 73. Y si revisamos la cifra de exámenes, la relación aquí es de 12 mil 500 por millón, mientras que en Hungría es de 68 mil 100 por millón, es decir, han realizado 5.5 veces, en términos relativos, más exámenes que aquí.

El sentido común nos vuelve a demostrar que estamos muy lejos de ver aficionados en los estadios de México y en gran medida se debe al mal manejo de la pandemia de nuestras autoridades sanitarias, que siguen renuentes, con mucha soberbia e ineficacia, a incrementar la cantidad de pruebas para detectar a tiempo los infectados, contenerlos y evitar tantas muertes.

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