Pablo Carrillo

Pablo Carrillo
La neurona

Ejemplo

19 de Agosto de 2018

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Apenas hace unas semanas en este espacio me permitía hacer una propuesta a los directivos del futbol mexicano, pues se trata del deporte que tiene mayor cobertura, más impacto en las generaciones jóvenes de nuestro país, y quizá el mensaje que se envíe desde las entrañas del balompié logre impactar positivamente en una sociedad como la nuestra, en franco estado de deterioro y descomposición.

No abona el que casi a diario seamos testigos de noticias que delatan a un país enfermo socialmente, un país donde el crimen organizado tiene a los ciudadanos amenazados y atemorizados, sin que las labores de las fuerzas de seguridad públicas puedan hacer algo al respecto. Ojalá que algún día lo consigan, mientras tanto insisto en mi humilde sugerencia, hay que hacer del futbol un estandarte de valores, principios éticos y deportivos que impacten directamente en la sociedad.

Acciones existen muchas, sin embargo, y ante el cochinero de desafortunadas declaraciones en el marco de la salida de Memo Vázquez del Veracruz, una vez más la evidencia del poco nivel de transparencia y limpieza del futbol nacional salió a flote; dicen que “la mierda flota” y en nuestro país nos estamos ahogando en ella.

Insisto, moralizar, limpiar al futbol mexicano con una gran campaña en ese sentido podría iniciar un cambio en la mentalidad de todos los millones de seguidores. Yo le garantizo que, si elaboramos un estudio de mercado en el que se pregunte a la afición del deporte más popular del mundo en México acerca de la limpieza en su manejo, y muy probablemente la calificación sería reprobatoria.

Si analizamos las empresas que hoy son propietarias de los equipos de la máxima división de nuestro futbol, encontramos en su gran mayoría a corporaciones que engrandecen desde sus respectivas trincheras al empresariado mexicano, la gran mayoría de ellos participan activamente en múltiples causas de beneficencia, y, quizá, la mayor causa que se pueda tener en el momento que vivimos, es reencausar a la población a una vida de valores, de respeto, de ética.

Insisto, para muchos sonará como un sueño inalcanzable, sin embargo, ante lo que estamos viviendo, es urgente se tomen medidas ejemplares. El futbol como gremio tiene la palabra.

Basta ya de que el futbol sea un promotor de todos los antivalores, pues la responsabilidad va más allá de los campeonatos y los negocios.

A ser factor de cambio positivo, pues tienen la capacidad y trascendencia.

¿Usted qué opina?

 

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