Disyuntiva II

“Algo se muere en el alma, cuando un amigo se va”. Hasta siempre, adorado compadre Guillo…

Resulta complejo intentar analizar los diferentes criterios que se han colocado sobre la mesa de las decisiones, para permitir, o no, la entrada de aficionados a los recintos deportivos, en particular, en sitios donde el porcentaje de positividad de los exámenes sigue siendo muy elevado.

Nuestro país, como casi todo el mundo, enfrenta un incremento en los casos, así como una reducción, afortunadamente, en la letalidad, sin embargo, enfrentamos a un nutrido grupo de aficionados que, contra viento y marea, acude a los estadios. Ahora observamos con mayor frecuencia a aficionados en algunos estadios de la NFL y la Serie Mundial también contará, como sucedió en la serie final de la Liga Nacional, con un buen número de aficionados. Lo mismo está sucediendo en la Liga BBVA, en Mazatlán y Aguascalientes, y en el beisbol en la Liga mexicana del Pacífico. Un tema que resulta cada vez más polémico y disímbolo, pues existen muchas opiniones en pro y en contra. Poco se ponen de acuerdo los epidemiólogos y, así, el deporte profesional lucha por mantenerse vivo.

Todos hemos leído que en los espacios al aire libre resulta muy difícil infectarse, pues la ventilación es de gran importancia para dispersar el covid-19; lo mismo resulta si se mantiene distancia, por lo que si las cosas se hacen con orden y respeto es factible comprender la presencia de los aficionados. Lo lamentable del asunto es que, por lo general, pagan justos por pecadores, pues por una notable minoría, muchos medios publicaron a quienes, al calor del alcohol, echan por la borda la admirable comparecencia de la gran mayoría que acudió respetando las disposiciones de salubridad.

La vida sigue y, con los mayores cuidados posibles, debemos ir hacia adelante, con la confianza puesta en que los científicos pronto tendrán masivamente las vacunas necesarias en los consultorios médicos, al alcance de la gran mayoría de la población, en particular de los más vulnerables, para, ahora sí, pensar en un regreso a los recintos, a la gran alegría de observar, de nueva cuenta, a casi todos los deportes; a la inmensa satisfacción de que nuestros brillantes deportistas acudan a las grandes justas internacionales para obtener logros para el deporte de nuestro país. Yo espero que esté cada vez más próximo ese tiempo.

La parte que nos toca a los ciudadanos y aficionados es cuidarnos, no dejar de seguir las recomendaciones de los verdaderos expertos en la materia, para evitar más contagios. La más amplia súplica, para que los sigamos poniendo en práctica y salgamos adelante todos juntos.

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