Desinterés

El deporte en nuestro país nos ha dado cada vez mayores alegrías. Afortunadamente, los buenos resultados en deportes que no imaginábamos se presentan con frecuencia en tiempos recientes, como el ciclismo, la gimnasia artística, el tiro deportivo, y muchos otros que gradualmente ocupan un sitio de mayor importancia, producto de una inversión cuantiosa, de largo plazo, para poder llevar a los nuestros a las máximas competencias internacionales.

Sin embargo, el paisaje en el tema deportivo se torna cada vez más complejo, pues hoy el presupuesto que habrá de destinar el gobierno federal para el deporte y la activación física en 2019 se reduce únicamente a 1,519 millones de pesos, contrastando de manera muy importante con los 7,180 millones que se destinaron al deporte a través de la CONADE en el ultimo año del sexenio de Felipe Calderón, no en balde se obtuvo la mayor cosecha en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, así como en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, donde se consiguió la mayor cosecha de medallas fuera de nuestro país.

Eran tiempos en los que era recurrente observar a cientos, quizá miles, de deportistas mexicanos de diferentes categorías, por todo el planeta, en diversas competencias, ésas que sirven para hacer campeones, pues el roce internacional necesario para poder competir, como de hecho se hizo, resulta imprescindible, y hoy será muy complejo lograrlo ante la notable disminución del presupuesto.

Sin embargo, el asunto no se detiene ahí. Lamentablemente en nuestro país, trece de cada cien adultos padecen Diabetes Tipo 2, que en un noventa por ciento de los casos está asociado a la obesidad, a decir del exsecretario de Salud, José Narro Robles, en el marco de un importante congreso médico hace unos meses. El tema es por demás preocupante. Cada vez más mexicanos, niños, jóvenes y adultos son obesos; cada vez el riesgo y costo de tratar esa muy grave enfermedad minará sensiblemente los recursos de nuestro país, y a contra mano, desde el Ejecutivo proponen una reducción más al recurso para generar campeones en nuestro país, pero más importante aún, para luchar contra el peor enemigo de la salud social de nuestro país, la obesidad, y por ende, la diabetes, así como las enfermedades cardiovasculares.

Se contará pues, con una cifra del 21% con respecto a lo que se presupuestó hace seis años, para el ejercicio 2013, un desinterés de nuestros gobernantes de entonces, así como los actuales, pues dejan en claro la inexistente preocupación por el deporte, o quizá sea ignorancia de los enormes beneficios que acarrea el tener una población activa, en buena forma física, pues el ahorro resulta abrumador.

¿Acaso lo sabrán?

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