Alegría

Francamente, debemos estar de plácemes, alegres, a pesar de lo que se vive, y me permito citar algunos ejemplos que nos deben tener con alegría y motivación en estos días.

Debo felicitar enormemente, así como agradecer, a todos los participantes de la Copa Cadillac, organizada por Grupo Imagen en Chihuahua, pues a pesar de los complejos tiempos que se viven, y con un gran esfuerzo de los patrocinadores que encabeza la gran marca de autos, aunado al trabajo de la oficina de Imagen en esa ciudad, se ha tenido un evento que, honestamente, en estos días se agradece en doble medida. Infinitas gracias al San Francisco Country Club por su habitual hospitalidad y a todos los que, de alguna u otra forma, han colaborado para desarrollar con éxito el evento. Una vez más, gracias mil.

Por otra parte, debo comentarles que existe, actualmente, una infinidad de rumores en torno a la rescisión de contrato de Checo Pérez con el equipo Racing Point hacia la próxima campaña, pues se menciona que el piloto tapatío negoció una muy jugosa cantidad de millones de euros para concluir el contrato que tenía aún varios años de vigencia. El otro gran chisme de la tarde del sábado ha corrido a cargo de la mejor actuación en la clasificación del propio Pérez para la carrera de esta mañana en el muy retador circuito del Mugello (demandante, angosto, muy rápido y con gran cantidad de fuerzas G que librar a cada vuelta, por lo que el tema físico será fundamental, así como el cuidado del desgaste de las llantas).

El asunto de que Checo haya finalizado en la sexta posición y el hijo del dueño del equipo, Lance Stroll, en séptimo, generó una buena dosis de comentarios, pues el equipo decidió utilizar un nuevo paquete aerodinámico en el auto del hijo del propietario. Obviamente, el paquete beneficia de manera importante al monoplaza, máxime tratándose de un circuito de esas características y, sin embargo, no pudo mejorar al mexicano. Checo ha tenido un triunfo moral muy importante de cara al Gran Premio de esta mañana.

Mención aparte merece la Scuderia Ferrari, la cual está festejando su Gran Premio 1000 en su historia. Sin duda, el equipo del Cavallino Rampante es el alma de la Fórmula 1 y, aprovechando la cercanía entre el autódromo del Mugello y la luminosa Ciudad de Florencia, varios de los hermosos sitios de la ciudad renacentista se han iluminado de rojo para dicha conmemoración, un evento para el recuerdo. Por cierto, para esta ocasión los Ferrari se han pintado de rojo oscuro, en un tono de vino tinto, pues así eran en un principio, hace setenta años. Toda una institución.

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