Juan Carlos Veraza

Juan Carlos Veraza
El deporte por nota

Ingredientes necesarios

03 de Noviembre de 2020

COMPARTIR
SÍGUENOS

Hace 42 años, los Acereros de Pittsburgh iban rumbo a ganar su tercer Super Tazón. En aquella campaña de 1978, el equipo de Chuck Noll tuvo un inicio espectacular, ganando sus primeros siete partidos, en camino a culminar el año con la mejor marca de la NFL y a convertirse en la primera franquicia en ganar el trofeo Vince Lombardi por tercera ocasión.

Aquellos Acereros arrasaron con la liga, triunfando en 14 de 16 partidos en la temporada regular, y después ganando por más de veinte puntos a Denver y a Houston, respectivamente, en los playoffs; para más adelante derrotar a los, hasta entonces, campeones Vaqueros de Dallas, 35-31, en uno de los grandes Súper Tazones.

Para conseguir el título, Pittsburgh se basó en un ataque prolífico, encabezado por el ganador del MVP, Terry Bradshaw, el productivo juego terrestre de Franco Harris y la mejor pareja de receptores de toda la NFL; además de una histórica defensiva con la temible cortina de acero, un grupo sensacional de linebackers y una fantástica secundaria. Todos, ingredientes ideales para un año inolvidable.

Más de cuatro décadas han pasado para que la franquicia de la ciudad de los tres ríos inicie una campaña con siete triunfos consecutivos. Aunque no ha sido sencillo mantener el invicto, especialmente en las dos últimas semanas, con triunfos apretados, pero significativos, ya que se dieron fuera de casa, y ante dos de los principales candidatos al título de la Conferencia Americana, Tennessee y Baltimore.

A pesar de que el coach, Mike Tomlin, no es tan querido por un sector de la afición a los Acereros, que ya tiene tiempo pidiendo su despido, el veterano líder del equipo ha sabido mantener el rumbo, con tropiezos en el camino, posiblemente pagando caro su a veces “relajada” disciplina con los jugadores, que colaboró a generar problemas internos, y también a que llegaran derrotas dolorosas en los años posteriores a la última aparición en el Súper Tazón, hace ya diez años.

Pero es indiscutible que Tomlin también ha sabido mantener a Pittsburgh competitivo a través de la última década: nunca tuvieron una temporada perdedora, calificaron a playoffs en cinco ocasiones y ganaron la División Norte tres veces, pero no ganar campeonatos es visto como un fracaso en la ciudad del acero.

Este año, esas críticas se han vuelto elogios, con un equipo invicto que promedia casi 32 puntos por juego y que permite únicamente 20; que cuenta con un ataque balanceado, y que tiene una de las defensivas más dominantes de la NFL. Parece que, una vez más, los ingredientes son los necesarios para que todavía estén disputando partidos ya avanzado el mes de enero. Aunque el roster en general es joven, igualmente es talentoso, y tiene veteranos más que capacitados.

 

COMPARTIR EN REDES SOCIALES

SÍGUENOS

COMENTARIOS