Gran día

El domingo fue uno muy importante para el presente y el futuro de nuestro país. Se vivió una histórica jornada electoral, millones de mexicanos salieron a ejercer su derecho como ciudadanos. Todo empezó muy temprano con la apertura de las casillas, mientras los ciudadanos nos aprestábamos a salir a votar, en Bakú, un mexicano hacía historia: Sergio Pérez ganaba el sexto Gran Premio de la temporada de Fórmula 1.

El nacido en Guadalajara tuvo un día sensacional a bordo de su Red Bull, que manejó con maestría y confirmó el por qué la escudería austriaca decidió que era quien debía acompañar al fenomenal Max Verstappen en la temporada 2021.

Con el mexicano, Red Bull está, por el momento, logrando uno de los objetivos: ganar el campeonato de constructores. Con los puntos de Checo, ampliaron su ventaja sobre Mercedes, que no sumó ninguna unidad en las calles de Bakú; tras el desastroso final de Lewis Hamilton y la pésima carrera de Valtteri Bottas, el equipo campeón del mundo tiene mucho que replantear, ya que a este decepcionante fin de semana hay que agregar lo ocurrido en Mónaco, razón por la que hoy se encuentran a 26 puntos de los líderes del campeonato.

A pesar del final inesperado y triste de Verstappen, Red Bull incrementó su ventaja en el mundial de constructores, gracias a otro gran fin de semana de Pérez, quien se ha convertido en un experto sobre las calles de la capital de Azerbaiyán; con este triunfo, ya son tres podios en este lugar.

Checo tuvo un gran arranque el domingo, para dejar atrás el sinsabor que provocó la calificación, en la que consiguió, tras la sanción a Lando Norris, arrancar en el sexto lugar de la parrilla de salida. Rápidamente ya estaba en cuarto lugar y de ahí las cosas sólo mejorarían. Entre su magistral actuación y la estrategia del equipo se colocó en segundo lugar, y ahí es en donde más lució, al no permitir que el campeón del mundo lo pudiera pasar, ayudando, de paso, a su coequipero, que aprovechó el espectacular trabajo del tapatío para tomar total control de la carrera.

El manejo de Checo en las partes lentas de la pista fue de maestro, compensando así la menor potencia de su auto en las rectas, en las que Hamilton nunca pudo aprovechar el DRS. Y cuando Verstappen vio terminado su día con la ponchadura de una llanta a pocas vueltas del final, el mexicano volvió a mostrar su talento en el rearranque. Cuando el británico pensó que tenía la ventana para, por fin, pasarlo, tuvo un error que Pérez nunca cometió mientras era asediado una y otra vez por el monarca; esa falla no dejó dudas, el domingo en Bakú se volvió en un festejo tricolor.

La semana pasada tuvo un domingo que inició con un triunfo memorable para nuestro deporte y terminó como un gran día para nuestra democracia.

La ley de derechos de autor prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Excélsior sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.