Se mejora o se estanca

Cuando pensábamos que la coordinación y la congruencia entre árbitros y el VAR seguiría mejorando en su aplicación en la segunda jornada de este Clausura 2019, en seis de los nueve partidos se recurrió al videoarbitraje, desafortunadamente no fue exitoso el amalgamiento de la tecnología y el ser humano, y fue así como vimos que en el Monterrey-León fue agradable observar que el VAR sacara del error (si así se pudiera considerar) al árbitro Francisco Chacón, que no se percata de la mano cometida por Mosquera, y después de consultar el monitor decreta penal y amonesta.

Además, cuando los esmeraldas consiguen el empate a dos, el susodicho VAR le ayuda al no haber fuera de juego y cuando el balón rebasa la línea de meta. Sin embargo, no le sugiere a Chacón que revise la agresión de Pedro Aquino a Funes Mori, quedando en una simple amarilla, debiendo ser roja, ya que golpea en la nuca al rayado con codo y antebrazo.

También en el Toluca-Puebla, el VAR se pone exquisito y reglista al anular el gol a los choriceros, ya que el anotador tiene el pie adelante de los defensores. Además, le sugieren al árbitro Diego Montaño que revise la expulsión de Tabó (supongo que para el tan mencionado VAR no era roja), y después de consultar el monitor le confirma al jugador de La Franja la expulsión. Se disciplinó siguiendo el protocolo el árbitro tapatío, pero... al minuto 90, Daniel Arreola le pone un caballazo al joven Diego Abella y sólo amonesta. Pregunto: ¿ya se puede cargar violentamente no estando el balón en disputa? ¿Es futbol americano? O bien, ¿por qué el VAR no le sugiere revisar la acción? ¿Porque también interpretan la regla igual que el central?

Además, al minuto 95, Néstor Vidrio le pone un planchón al referido Abella, no apareciendo tarjeta. ¿Y el VAR? Bien, gracias. ¿No es roja esa plancha? ¡Por favor!

Y en el partido que cerró la jornada, el Santos-Monarcas, al minuto 27, Angulo, al disputar el balón, le pone una plancha en la rodilla a Sansores, por lo que el multicitado VAR le sugiere al silbante Adonai Escobedo que la revise, porque para ellos es una acción de juego brusco grave (roja). Sin embargo, sólo amonesta. ¿Si es una acción fortuita, el lagunero merece sanción disciplinaria? Entonces, no debió haberle hecho caso al VAR.

Ahora bien, no todo fue negativo, ya que en el Veracruz-Lobos, en el Necaxa-Pumas y en el Cruz Azul-Chivas, tanto árbitros como asistentes y videoarbitraje tuvieron atinadas intervenciones.

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