Arturo Xicoténcatl

Arturo Xicoténcatl
El espejo de tinta

Su majestad, ¡en Londres!

29 de Enero de 2019

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El radar del atletismo gira en un intento por detectar el cuarto momento estelar de Eliud Kipchoge: Londres, Berlín, Tokio…  o el quinto si consideramos el ingente esfuerzo extraoficial, a los ojos de la IAAF, en el circuito de Monza en su aproximación a la mítica frontera de las dos horas (2:00.25) en el maratón, los 42,195 metros o 26.2 millas en el sistema inglés.

De 34 años de edad, Eliud Kipchoge nació el 5 de noviembre de 1984 en Eldoret, en Kenya, en el Valle del Rift, con el ADN de la legendaria tribu de los masai, uno de cuyos ritos de iniciación era enfrentarse con lanza y escudo a un león y matarlo, Kipchoge, decimos, y los organizadores del Virgin Money London Marathon, anunciaron su presencia en la edición 2019, el próximo domingo 28 de abril.

Y el solo nombre que despide destellos de resistencia, valor, triunfo, hace que los ojos del planeta se dirijan en vértice hacia Londres. Intentará la cuarta corona en un esfuerzo gradual que representa un escalón en su estrategia hacia objetivos superiores y que están en la mente de todo el mundo: el récord mundial y la aproximación hechizante, magnética, de las dos horas en el maratón.

Cada zancada, cada victoria, cada esfuerzo de este Mercurio negro que asombra por su portentosa capacidad resistencial, traza la historia de una de las pruebas más espectaculares del deporte universal.

Londres se viste de gala con Eliud Kipchoge. Pero acaso Londres, con toda su trascendencia y esmerada organización, representa, como expresamos, un peldaño luminoso, orientado al RM y al oro de los Juegos Olímpicos de Tokio.

En Londres hay un premio de 250 mil dólares y un adversario notable, Mo Farah, inglés nacido en Somalia, ganador de cuatro medallas de oro olímpico, bicampeón en Londres y en Río de Janeiro en los 5 y 10 mil metros planos. Un atleta con sorprendente proceso evolutivo.

Será el tercer maratón de Farah en Londres. En 2014 corrió en 2:08.21. En 2018 ocupó la tercera posición en 2:06.21. Y el pasado 7 de octubre en Chicago señaló 2:05.11, récord de Gran Bretaña y de Europa.

Con todo el respeto a este gran campeón en el plano eminentemente deportivo, no podemos ignorar la diferencia en el comparativo con Eliud Kipchoge, con RM en 2:01.39. Un comparativo que, por asociación de ideas, recuerda una expresión de Plutarco: …como la fuerza del delfín en tierra.

Es altamente probable que Farah reduzca aún más su crono personal y continental, acaso uno, dos o cerca de tres minutos, como suele suceder en esta distancia. La lucha sin duda entre este par de fuerzas y voluntades será espectacular, eléctrica, y podría extenderse al km 37 o 38, no más allá.

Al hablar de Kipchoge junto con su RM y el oro que ganó en los JO de Río, es imposible olvidar su ilustre actuación a la edad de 18 años, en el Mundial de París, 2003: en los 5,000 metros planos derrotó a dos lobos del fondo: el marroquí Hicham El Guerrouj y al etíope Kenenisa Bekele. En sus esfuerzos sólo hay un segundo lugar, en su debut en Berlín, cuando su compatriota Wilson Kipsang rompió RM en 2:03.23 el 29-09-2013 en Berlín y él marcó 2:04.05. Corre como máquina devoradora de la distancia.

En teoría, Eliud Kipchoge no va a Londres por el intento de RM. También existe diferencia en los circuitos de Londres y Berlín. Las coordenadas cartesianas del maratón son muy complejas. La temperatura, la presión atmosférica, la velocidad del viento, las variables del viento al cruzar los edificios, lo pronunciado de las curvas, el ritmo que establezcan los rabbits o marcadores de paso.

 

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