Arturo Xicoténcatl

Arturo Xicoténcatl
El espejo de tinta

Silencio estridente

11 de Septiembre de 2020

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La piedra angular del deporte es competir en igualdad de circunstancias. Ya hemos tocado esta idea con sus diversos matices. No ha pasado ni siquiera una década cuando la visión científica, el factor humano, la sociedad y la época le han dado al atletismo un espectacular giro de la oscura noche al diáfano día.

Ciencia no. Ciencia sí.

El silencio ensordecedor, estridente de muchas mujeres en el estadio ha sido captado con otros ojos, otros oídos y otras mentes. Hablamos de las condiciones que envolvieron al sudafricano Oscar Pistorius con las que en los últimos años acompañan a la sudafricana Caster Semenya.

El miércoles, la World Athletic, anteriormente la IAAF, el máximo organismo del atletismo mundial, divulgó un documento en el que, sin mencionar el nombre de Caster Semenya, da la bienvenida a la decisión del Tribunal Federal de Suiza (que aprueba) las reglas de la WA relacionadas con la elegibilidad de las atletas con diferencias de desarrollo sexual (DSD[AxR1]). El TFS aprueba los reglamentos de la WA.

Estos dos organismos y el Tribunal Superior del Deporte (TAS) coinciden en que, “en algunos contextos como en el deporte de competencia, las características biológicas pueden, excepcionalmente, triunfar sobre el sexo legal o la identidad de género de una persona. La equidad es uno de los pilares en los que se basa la competencia”.

La WA reconoce que las características innatas de una persona pueden distorsionar la equidad en las competencias. Y que sus reglas se han establecido con respeto a la dignidad humana y de cada individuo. “El espíritu es proteger una competencia justa para todas las atletas mujeres”. Rechaza la sugerencia de que sus reglas infrinjan los derechos humanos.

Ese día se dio a conocer que el TFS desestima los recursos de apelación de la doble campeona olímpica Caster Semenya en Londres y Río de Janeiro y tres veces campeona mundial en 2009, 2011 y 2017. Alrededor de Semenya, con algunos rasgos masculinos, casada con una mujer, se creó un singular entorno. Sus adversarias, ante sus éxitos, no se acercaban a felicitarla. Las autoridades del deporte determinaron que los niveles de testosterona de Caster Semenya son comparables al de los hombres, lo que le concede una ventaja sobre las mujeres. La corte Suiza, ante estas circunstancias, señala que la decisión del TAS y de la WA no puede ser impugnada. En abril de 2018, la WA declaró que todas las concurrentes femeninas deben contar o reducir la testosterona al promedio de las mujeres.

El tema, complejo, acaso lleve considerar a algunos la creación de otras categorías. Pero abrir el abanico conduciría a situaciones complejas. El criterio científico y espíritu deportivo es que compitan grupos con 46,XY y 46,XX que distinguen en cromosomas al hombre y a la mujer.

 

AMU

 

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