Reto de superación personal

Arturo Xicoténcatl

Es la percepción al través del conocimiento y de la época. El salto vertical hacia atrás de Dick Fosbury, técnica llamada más tarde Fosbury-Flop, provocó risas en su aparición en 1968. La misma técnica en Javier Sotomayor y los actuales saltadores de altura, campeones olímpicos y mundiales, produce asombro y admiración. La historia del atletismo y del deporte en general contiene episodios semejantes. En diversos campos hay pasajes de incredulidad y asombro: la nave espacial Osiris-Rex hizo contacto hace unos días con el asteroide Bennu a 320 millones de kilómetros de nuestro planeta, en un recorrido de cuatro años, ¡poco más del doble de la distancia de la Tierra al Sol! Recogió unos cuantos gramos de material de su superficie para ser estudiados. En 1887, cuando Charles Sherryl, atleta de la Universidad de Yale, se colocó a gatas en la línea de salida de las 100 yardas, algunos se rieron y el juez le reconvino a que adoptara la posición normal; de pie y con el torso inclinado. Sherryl imitaba, en cierta forma, al maorí Bobby MacDonald, quien en 1883, en una competencia en Nueva Zelanda, tomó la salida de cuatro apoyos como desde hace más de un siglo es común presenciar en las carreras de sprinters.

-¿Y qué se necesita para ser ultramaratonista?, preguntó aquel atleta. Y otro le respondió de buen humor: “¡La credencial de loco!”. Cuando alguien se sale de lo común se le tacha de loco. El ultramaratón es otra expresión de esfuerzo. Un desafío a la capacidad física y mental del ser humano; aunque algunos otros puedan hablar de masoquismo químicamente puro. El domingo anterior, en Salzburgo, el italiano Andrea Marcato corrió casi cinco mil kilómetros en 43 días, 12 horas y siete minutos al ocupar el primer lugar en XXIV La Carrera de Trascendencia Personal, ideada por el maestro bengalí-estadunidense Sri Chinmoy en su centro de meditación, en Queens, Nueva York. Marcato es la quinta persona en terminar la prueba en menos de 44 días. Gastó nueve pares de zapatillas y finalizó con una sonrisa de felicidad. El récord de esta prueba resistencial lo posee el finlandés Ashprihanal Aalto en 40 días, 9 horas y 6 minutos, en 2015.

Las informaciones citan una prueba de 3,000 millas, en el Lefax, una milla equivale a 1609.3472 m. Las informaciones indican los parciales: 1,000 millas – en 14 días y 5 horas. Segundas 1,000 millas, 14 días y una hora. Tercera 1,000 millas en 13 días y 23 horas. Recorrió 4,828 km, equivalente a una octava parte de la línea ecuatorial del planeta. Y un promedio de poco más de 109 km diarios.

El famoso gurú de Queens, Sri Chinmoy (1931 en Bangladesh – 2007 en New York), estableció el mínimo de 52 días para cumplir el total de la distancia; número relacionado con el sistema calendárico cíclico de los mayas.

 

OPINIÓN

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