Presencia, ¡no por género!

Aún flota el nombre de Vera Menchik en las brumas doradas de la historia del ajedrez. El mejor elogio que recibió allá por la década de los 20 partió del cubano José Raúl Capablanca, quien aseguró que Vera, nacida en Moscú el 16 de febrero de 1906 y fallecida en Londres el 26 de junio de 1944 durante un bombardeo a Londres en la Segunda Guerra Mundial, era la única mujer que jugaba como hombre. La Menchik llegó a derrotar al holandés Max Euwe y al estadunidense Samuel Reshevsky, ambos de reconocida fuerza en el campo internacional. En 1929 ocupó el segundo sitio en el Torneo de Ramsgate, a medio punto de Capablanca y empatada con Akiba Rubinstein. Fue alumna del húngaro Géza Maróczy. El ajedrez vive un periodo de luminosa expansión, acaso no tan impactante como cuando, durante la Guerra Fría, Bobby Fischer rompió el imperio ajedrecístico de la URSS, al vencer a Boris Spassky en el Match del Siglo en 1972. El legendario juego evoluciona con el acelerado ritmo de la modernidad. En semanas anteriores, la FIDE expresó que la serie Gambito de Dama ha acentuado la popularidad entre hombres y mujeres y los ha motivado por jugar y aprender. Un añadido al empleo de la computadora, los módulos de cálculo, incluso al aislamiento mundial producido en los últimos por la pandemia, y al dinamismo que se ha producido con la organización torrencial de torneos de ajedrez en sus diferentes formas, clásico, rápido, blitz. El estímulo y la alegría de ver cómo, día con día, aparecen niños de talento extraordinario que forman una galaxia de precocidad nunca vista. Es bien sabido que la música, las matemáticas y el ajedrez son campo fértil para la aparición de genios. En 1958, Bobby Fischer sorprendió al mundo al lograr el título de gran maestro a la edad de 15 años, 6 meses y un día. Treinta y tres años más tarde, en 1991, un acontecimiento mundial: la magyar Judit Polgár superaba la proeza de Fischer al conquistar el grado de GM entre los hombres a los 15 años con 4 meses y 28 días (la veo combinando y venciendo con las piezas negras a Marcel Sisniega en el Mundial de blitz de Mazatlán. Me sorprendió su espíritu independiente cuando llevé a la familia Polgár a visitar las ruinas de Teotihuacan. De súbito, Clara Polgár y Laszlo Polgár se inquietaron al observar que en el grupo en el que iban también Susan y Sofía no estaba Judith, de 12 años. “¿Dónde está Judith?”, expresaron, alarmados. Empezaban los secuestros en México. “Allá está”, les dije, rompiendo los instantes de angustia. Judith escalaba la Pirámide del Sol). Los ojos del mundo se dirigen hacia Ufá, Rusia. Por vez primera una mujer, por méritos propios, no por género ni por invitación social, compite en el Campeonato Nacional de Rusia contra once hombres. De 23 años, GM a los 13-05-14, Aleksandra Goryachkina, hace historia. Marca un hito en un campo cuajado de clase y tradición agonal.

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