Indecencia

Las raíces culturales, artísticas, científicas, deportivas, jurídicas de gran parte del mundo son de Europa. A ella se le debe enfoque, conocimientos y costumbres, de lo más excelso y lo podrido que se conoce de la raza humana. Amor, odio; paz, guerra; luces, tinieblas; vida, muerte; libertad, esclavitud; en diferentes épocas. Produjeron hombres notables, Einstein, Newton, Galileo, Miguel Ángel, Dostoyevsky, Beethoven, Da Vinci y siniestros personajes: Leopoldo II de Bélgica, Hitler y otros, con otros ejemplos de inteligencia y estupidez, de nobleza y crueldad, fiel reflejo del hombre. Los acontecimientos históricos dejaron sedimentos en algunos hombres, razas y países. En el campo del deporte, una densa sombra de la Guerra Fría se extiende desde noviembre del 2015, cuando el inglés Sebastian Coe —aquel atleta emblemático que rechazó las órdenes de Margaret Thatcher (1925-2013) y la desafío al desobedecerla con sumarse al boicot contra Rusia; con la Carta Olímpica en la mano fue a competir y a ganar una medalla de oro y otra de plata en los JO de Moscú 1980, porque uno de los apotegmas es que los JO son una competencia entre individuos, no entre países—, en su calidad de presidente de la IAAF, organismo que ahora se llama World Athletic, decidió suspender a todos los atletas de Rusia, culpables e inocentes, por un problema de dopaje. Una indecencia. Los atletas rusos, incluso un modelo de fair play y extraordinaria calidad técnica y moral como la pertiguista Yelena Isinbáyeva, fueron impedidos de competir en los JO de Río de Janeiro 2016. En los últimos meses, la tensión ni el rígido criterio de Sebastian Coe ha disminuido, por el contrario, se han intensificado con fuertes multas económicas, cobranzas por comisiones investigadoras, amenazas, acusaciones.

En los próximos días, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), formado en su mayoría por anglosajones, se reúne en Lausana para ventilar un problema que no tiene antecedentes en el deporte ni en ninguna otra esfera: castigar a un país por la falta de uno o de varios individuos. A decir verdad, en materia política y bélica sí se ha visto.

El pasado jueves 29 apareció en el Daily Mail una entrevista con el ruso Mikhail Bukhánov, actual director de RUSADA. Por analogía, cuestiona a competidores, organismos y países que, aun viviendo una situación semejante, no han recibido el mismo castigo que Rusia. Y cita específicamente al dos veces bicampeón olímpico Mo Farah (se castigó 4 años a su entrenador Alberto Salazar por dopaje) y al pedalista inglés Bradley Wiggins, ganador del Tour de France 2012 y órganos como Team Sky, Balco, US Postal, Nike Oregon Projet, Operación Puerto.

“Si tenemos problemas y atrapamos a los infractores. Deseamos proteger los derechos humanos de los atletas limpios”.

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