Arturo Xicoténcatl

Arturo Xicoténcatl
El espejo de tinta

Fibra, de carbono…

20 de Octubre de 2020

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La tecnología revolucionó el ciclismo con modelos aerodinámicos, con bicicletas de menor peso, construidas con material más ligero, de fibra de carbono, neumáticos de seda inflados con helio, manubrios en forma de cuerno de vaca, con los que el pedalista en posición más inclinada ofrece menor resistencia al aire. El récord mundial de La Hora, que rompió el belga Eddy Merckx el 25 de octubre de 1972, en 49.431 km en la altura de la Ciudad de México —el próximo lunes se cumplen 48 años de la proeza—, explotó en una nueva era espectacular que pronto formó una controversia que obligó a la UCI, cuando el británico señaló 56,375 km el 7 de septiembre de 1996 en el velódromo de Manchester, a hacer modificaciones. La primera, que se compitiera en igualdad de condiciones al peso de la bicicleta que empleó Merckx y que aún se exhibe en una estación del metro en Bruselas. El británico Boardman respondió al reto y en Manchester rompió el RM de Merckx en apenas diez metros; casi siete kilómetros menos. Con otras modificaciones, el RM actual lo posee el inglés Bradley Wiggins, en 55,089, desde el 16-04-2019, en Aguascalientes.

La natación vivió un periodo revolucionario con los trajes cohete, de poliuretano, que ofrecían menor resistencia al agua. En el agua, doblar la velocidad representa romper una resistencia al cubo, no al triple. En el periodo 2008-2009 se destrozaron 255 récords mundiales en piletas olímpicas y estanques de 25 m de longitud. En esa atmósfera de estruendo y relampagueo el alemán Paul Biedermann, en el Mundial de Roma 2009, batió la plusmarca de los 400 m nado libre en 3.40.07, ¡apenas 1/100 de segundo menos que el RM que poseía el australiano Ian Thorpe, en 3.40.08 desde el 30 de julio de 2002, en la pileta de Manchester! Era clara la falta de equidad y respeto a Ian Thorpe y a muchos otros campeones. El uruguayo Julio Maglione, presidente de la FINA, tomó la decisión de prohibir los trajes supersónicos, pero como estaba vinculado a fuertes compromisos con las firmas comerciales de los fabricantes de baños, mantuvo los RM. ¡Aberrante, estólido!

Él y el rumano Cornel Mărculescu se quedaron suspirando y, acaso, con el deseo de seguir lamiendo el cuerno de oro del que brotaba algo mucho más valioso que los RM.

El atletismo es otro universo más complejo que, en los últimos meses, está ensanchándose con rapidez de vórtice con la placa de fibra de carbono. El sábado, en Gdynia, Polonia, el ugandés Jacob Kiplimo venció en el Mundial de Medio Maratón en 58.49. El triple plusmarquista mundial, su compatriota Joshua Cheptegei, terminó en cuarto lugar, en 59.21, en una competencia en la que 10 atletas mejoraron la hora, 28 los 61 minutos y 68 de 117 finalistas mejoraron su crono personal.

Aunque sorprende, invita a la reflexión.

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