Fiesta rojiblanca
El Guadalajara le dio una verdadera lección al América de cómo jugar una liguilla. Les pasó por encima y por momentos les dio un baile.
Chivas tiene la gran fortuna de contar con uno de los mejores entrenadores en la historia del futbol mexicano y es que Víctor Vucetich acertó otra vez en cómo planificar un partido importante.
Con lo que tenía, porque las bajas eran varias y, además, muy importantes.
La primera gran sorpresa fue ver a Oribe Peralta de titular y es que el veterano se mató en la cancha y, además, hizo un trabajo fundamental jalando a los centrales rivales para generar espacios.
Otra de las notas altas del Guadalajara fue Gilberto Sepúlveda. El joven central se mandó un partidazo, donde dejó en claro que tiene calidad y edad para jugar en Europa en los próximos años.
Además, está pintado para el cambio generacional de la defensa de la Selección Mexicana.
Y qué decir del Chicote Calderón, que se convirtió en el héroe del Rebaño con tres golazos en los dos partidos que ponen a los rojiblancos en la ronda semifinal.
Era fundamental para el proyecto de Amaury Vergara que algo así de grande sucediera y lo lograron con base en un gran trabajo de equipo, concentración y unos riñones enormes desde que comenzó el partido de ida.
Chivas elimina al América en el Azteca, lo cual significa una gran alegría en nuestro país porque terminaron ganando los buenos, como en las películas.
Y ahora vamos a ver quién detiene a un Rebaño motivado y con ideas claras en el campo.
El Guadalajara eliminó al América en el Azteca y le pegó una humillación que será recordada por muchos años.
Ahora Chivas realmente puede pelear por el título, aunque la gran alegría de eliminar al odiado rival de manera contundente ya lo consiguieron.
Fiesta rojiblanca.
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