Alejandro Aguerrebere

Alejandro Aguerrebere
Súper beis

Diamantes y optimismos

13 de Agosto de 2020

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Entendible que se observe un optimismo por tener una temporada de Grandes Ligas: calendario en curso, buenas acciones y la promesa de un posible playoff emocionante, para apagar lo aciago de esta era.

Los estacazos de Aaron Judge como el motor de los Yanquis, el promedio de alto grado para un Charlie Blackmon dándole motivación a unos Rockies empecinados en pelearle a los superfavoritos Dodgers, son excelentes pretextos para estar atentos. Esa División de rocosos y azules (la Oeste de la Nacional) también muestra a unos Padres de San Diego bien motivados a salir de una dimensión desconocida, hasta que les llegó ese portento llamado Fernando Tatis Jr., al grado de opacar a Manny Machado y sus millones.

Dijimos cómo nos gusta lo que presentan los Rayos de Tampa para este año, con una lucha por la siempre disputada División Este de una Liga Americana en la cual vemos vigorosos a los Mellizos de Minnesota en la Central y, caray, más gusto ver a los siempre animadores Atléticos de Oakland pegándole una verdadera trapeada a la división del viejo Oeste.

Sí, la Americana puede tener un buenísimo calendario corto; incluso nos aventuramos a decir que Baltimore, Cleveland, Detroit y hasta los patipálidos de Chicago pueden armar por ahí un buen fiestón de beisbol.

Bravos, Marlines y, sobre todo, Cachorros, les están metiendo una presión bárbara a los Doyes por ser los mejores del vetusto circuito. Es donde veremos la profundidad de los planteles en un rol tan corto y a la vez tan demandante, porque…

Puede ser una plaga las lesiones de los lanzadores en este 2020 fast track, OK, regresa Justin Verlander y parece que, al final, no operarán a Roberto Osuna, la cuestión es que se dijo el riesgo de una preparación tan, pero tan rápida para esta temporada y vemos las consecuencias. Siempre subrayamos al beisbol de Las Mayores requiriendo brazos y más brazos (una tarea donde nuestro grillado beisbol nacional ha fallado miserablemente), no es que demeriten los látigos monitoreados y aprobados para este máximo nivel de la pelota mundial, el punto es que se necesitan ESTELARES.

El comisionado Rob Manfred tiene razones para estar contento, por su parte, de que los reportes desde los equipos indican que no se “están cayendo” a contagios por el bicho, con el monitoreo diario.

Eso sí, había que suspender ejemplarmente (20 juegos) al coach broncudo Alex Cintrón, que, de paso, le da otra raspadita a los Astros de Woodlands, perdón, de Houston.

EXTRAINNING: ¿el calendario de la LMP es o no es una temeridad?

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