Desplumados…

Estos alados son lo peor de lo peor, en muchos aspectos, dentro de las Grandes Ligas. Se preguntarán: ¿ahora se volvió loco Aguerrebere y arremete contra sus gloriosos pájaros rojos? Para nada, esa escuadra de estirpe, la cual juega en San Luis, pelea a cada juego el liderato divisional en la Liga Nacional. Podrían también suponer que se trata de los Azulejos, dicha idea no estaría tan errada, al ser la posible primera temporada de 100 o más derrotas para la única franquicia ligamayorista (que queda) en Canadá, en sus 40 años de existencia.

Efectivamente, nos quedan los Orioles, con su temporada “de perros”, ya sin Buck Showalter, sin ídolos, sin mayor cosa que un bonito parque como el de Camden Yards. Es lo único bueno que les queda, pues el dueño, Peter Angelos, de 90 años, ha delegado todo en sus dos hijos y la verdad que parece que a la oficina del comisionado Rob Manfred se le ha pasado de noche el ponerles un alto a su actitud de presentar un equipo casi de broma, para el “mejor beisbol del mundo”.

Van para 109 derrotas los Orioles, tienen -242 (¡¡!!) en el diferencial de carreras, corriendo para el récord de más jonrones recibidos en un año (258) y, por si faltara algo, son la burla con sus fallas en jugadas de las que deberían ser “de trámite”. Si nos salimos de los emplumados, la marca de 35-81 de los Tigres pinta aún peor (tienen menos victorias) y los Marlines (44-74) también son malos, con todo y cambio de imagen.

En el lado brillante, quizás Christian Yelich (Cerveceros) sea el primero en la historia en el club del 50-30 (HRs/Bases Robadas) o Ronald Acuña (Bravos) puede llegar al 40-40 de los mismos departamentos, mientras Pete Alonso (Mets) puede imponer el récord de más vuelacercas para un novato de la Nacional, con Fernando Tatis junior y su posibilidad de ser el más joven champion bat de dicha liga.

En el pitcheo, Chris Sale (Medias Rojas) es el más rápido lanzador en llegar a 2,000 ponches, consumiendo 1,626 episodios lanzados para tal hazaña, en la cual superó a Pedro Martínez (1,711.1 IP).

Lo hemos reiterado aquí: parece que la MLB realmente no quiere a México. Tienen una oficina de “representación”, la cual parece limitarse a tapizar camiones y organizar juegos de influencers, sin mucha más oferta que un par de juegos en nuestro país para el 2020, con dos equipos sin mucho arraigo para la afición capitalina: Diamantes y Padres. Es incluso molesto el modo en el cual anuncian el calendario del próximo año, sin confirmar la CDMX.

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