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CLEVELAND.

Los Indios de Cleveland ganaron su último juego en casa antes de adoptar el nombre de los Guardians, imponiéndose por 8-3 ante los Reales de Kansas City. La victoria cerró un ciclo que empezó en 1915 y que continuará la próxima temporada con una nueva identidad.

Como lo han hecho en innumerables novenas entradas durante décadas, los aficionados en el Progressive Field se pusieron de pie para alentar a su equipo en los últimos tres outs. Sin embargo, el lunes fue distinto. Corearon “¡Vamos Indios!" por última vez.

Amed Rosario despachó un jonrón y Cal Quantrill lanzó seis innings dominantes para deleitar a los 13 mil 121 aficionados que acudieron al Progressive Field para ver a su equipo como los Indios por última vez.

No todos nosotros hemos estado aquí por mucho tiempo, pero todos respetamos lo que los Indios han significado para Cleveland durante los últimos tiempos y creo que queríamos despedir a la gente con la nota adecuada”, comentó Quantrill, quien tiene una foja de 8-1 desde el 1 de julio.

“Estamos muy felices de que así es como recordarán a los Indios”, añadió.

El dominicano Rosario redondeó una tarde de cuatro hits y tres carreras impulsadas. Bradley Zimmer jonroneó contra su hermano, el relevista Kyle Zimmer de Kansas City, en el octavo.

El cierre del calendario en casa marcó el último juego del club en Cleveland como los Indios, el fin de un periodo de 106 años en una ciudad en la que el nombre estará siempre asociado a leyendas del béisbol como Bob Feller, Larry Doby y Jim Thome.

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