El uruguayo que vistió de negro en México 70

Ladislao Mazurkiewicz se convirtió en el mejor portero durante la Copa del Mundo. Será recordado por ‘el gol que no fue’ de Pelé

Fotoarte: Horacio Sierra
Fotoarte: Horacio Sierra

CIUDAD DE MÉXICO.

Cuando se escribe de Ladislao Mazurkiewicz (1945-2013), lo primero que viene a la memoria es “el gol que no fue” de Pelé.

Ocurrió hace 50 años, en las semifinales de México 70 entre las selecciones de Uruguay y Brasil, en el estadio Jalisco. O Rei recibió un pase largo de Tostao y, cuando el arquero Mazurkiewicz salió para detener el tiro, el brasileño dejó pasar el balón confundiendo al uruguayo, el cual quedó vencido. La Perla Negra sólo tenía que rematar al arco vacío, pero el balón resultó demasiado cruzado y pasó a un costado de la portería. El grito de gol se apagó, pero la jugada creció como un mito.

Mazurkiewicz fue algo más que una casi víctima del mejor jugador del mundo. Con el soviético Lev Yashin mirando la Copa del Mundo desde el banquillo, el guardameta uruguayo se convirtió en el número uno en México 70 al recibir cinco anotaciones en el mismo número de encuentros. En la primera ronda mantuvo su cabaña limpia por 180 minutos (ante Israel e Italia) y recibió un tanto ante Suecia. En cuartos de final volvió a parar todo ante la Unión Soviética. En semifinales no pudo más, luego de que se le aparecieran Clodoaldo, Jairzinho y Rivelino. Pelé se quedó con las ganas. Recibiría el último tanto en el partido por el tercer puesto, que perdió ante Alemania.

Curiosamente, Ladislao no quería ser portero. El día que se fue a probar al Racing de Montevideo fue con la intención de quedarse como centro delantero. Algo lo entretuvo en los vestidores y, cuando llegó a la cancha, ya estaban instalados 21 jovencitos. Sólo quedaba un lugar en una de las porterías. Aquella tarde paró seis penales, pero se fue a casa frustrado por no ganarse el puesto del goleador. Al otro día fueron a buscarlo los del Racing y él les respondió: “De arquero no juego”. Estaba muy equivocado.

En la cancha vestía de negro, al igual que Lev Yashin, catalogado como el mejor portero del siglo XX. De hecho, la Araña Negra se retiró en 1971 y en su partido de despedida le regaló sus guantes a Mazurkiewicz en señal de respeto, luego de que Ladislao lo sustituyera. El soviético decía que el uruguayo era su sucesor.

Mazurkiewicz se ganó sus credenciales a pulso y elasticidad. Debutó en el Mundial de Inglaterra 66, donde no permitió gol alguno de los ingleses, que a la postre serían los campeones. Ese mismo año fue campeón con el Peñarol en la Copa Libertadores, tras derrotar a River Plate. También levantó la Copa Intercontinental por encima del Real Madrid.

Después de México 70 fue transferido al Atlético Mineiro, donde levantó el trofeo de campeón. En el extranjero, también jugó en el Granada de España, Cobreloa de Chile y América de Cali, en Colombia.

Cumpliría su tercera Copa del Mundo con Uruguay en Alemania 74, quedando en fase de grupos.

Con el Peñarol ganaría tres títulos, el último fue en 1981, el año de su retiro. Después se dedicó por varios años como entrenador de porteros.

Mazurkiewicz cayó en un coma irreversible en diciembre de 2012, por falla renal, a los 67 años. Murió el 2 de enero de 2013 y sus restos fueron enterrados en el Cementerio Parque del Recuerdo, en Montevideo.

Se fue vestido de negro.

 

AMU

 

 

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