JC Vargas Autor

CIUDAD DE MÉXICO.

El gigante de ébano llegó a pisar territorio mexicano. Siempre abajo del cuadrilátero. Desde sus visitas en secreto a la casa de don José Sulaimán, en Lindavista, hasta el rancho de don Elías en San Luis Potosí, el mayor de los Sulaimán; así como las convenciones del CMB, en donde Cantinflas lo retó a subirse al ring y la ocasión en la que visitó al periodista Jacobo Zabludovsky. Ello sin olvidar aquella visita con médicos mexicanos para buscar una cura al mal de Parkinson y la convención en Cancún, en 2012, cuando lo nombraron Rey del CMB.

Mauricio Sulaimán, presidente del CMB, rememora aquella infancia en el hogar de Lindavista, en el que era normal que boxeadores de todo el mundo se asomaran. Sólo que tener en casa a la leyenda, al otrora Cassius Clay, era algo que muy pocos pueden presumir.

“Mi papá (José Sulaimán) y Ali se hicieron muy amigos. Muhammad vino en varias ocasiones a la casa e incluso llegó a viajar a Ciudad Valles, San Luis Potosí, para visitar a don Elías, mi abuelo. Él también se llevó tremenda sorpresa de tenerlo en el rancho, donde se quedó varios días para saborear nuestra comida. ¿Qué más le gustaba?, pues las canciones y las mujeres mexicanas”.

Mauricio recuerda también que en una ocasión Ali probó el chicharrón, sin saber qué era. “Lo comió y me preguntó qué clase de comida era. Cuando le dije que chicharrón, siguió probándolo, pues desconocía la palabra. Fue hasta que supo que era cerdo cuando comenzó a escupir el bocado que tenía en la boca. Había cambiado de religión y desconocíamos que el puerco lo tenía prohibido”.

Entre las anécdotas que brincan está la de la Convención del CMB en 1980, cuando Ali y José Sulaimán compartían lugares. A ellos se acercó Mario Moreno Cantinflas, quien comenzó a reprocharle al gigante de piel negra que no le diera una oportunidad de disputar el título de los pesos pesados. Cantinflas mostraba los puños a un Ali extrañado por la actitud de un ‘desconocido’ que en un descuido levantó un vaso y amenazó con lanzarlo al rostro de Muhammad. “Al final, todos los presentes terminamos en carcajadas tras el show de Cantinflas y la cara que puso Ali. Era una broma y el campeón así lo entendió”, platica Sulaimán.

Una noche después, José Sulaimán llevó a Muhammad Ali al noticiero 24 Horas. A Jacobo Zabludovsky se le ocurrió decirle en broma “creo que León Spinks es mejor que usted”. Un serio Ali miró al periodista mexicano, se levantó y tomó a Zabludovsky de la corbata. Jacobo estaba pálido. Nadie se atrevió a moverse de su lugar. Ali abrió los ojos y mostró una sonrisa. Jacobo respiró tranquilo.