Atletas mexicanos sufren por el retraso de apoyos económicos

CIUDAD DE MÉXICO, 24 de abril.- A punto de completarse el cuarto mes del año, el deporte mexicano sigue a la espera de que llegue el dinero del gobierno federal. Retrasos en pago de becas para deportistas, salarios de entrenadores, viáticos que deben ser reembolsados y recursos para las federaciones deportivas nacionales son parte de los pendientes que tiene la nueva administración de Conade que encabeza Jesús Mena.

El marchista Éder Sánchez, el mejor mexicano en los pasados Juegos Olímpicos al terminar sexto en los 20 kilómetros de caminata, advirtió que los históricos resultados que ha tenido México en los últimos años pueden estar en riesgo si no se apoya de manera urgente a los atletas.

“Esto repercute en los resultados que los atletas le damos a México, para competir en Lugano (17 de marzo) no tuve ningún apoyo y ahora estoy esperando reembolso porque el recurso no ha llegado y ya va para mes y medio”, dijo Sánchez. “Esto de ir uno solventando sus propios gastos no me va a alcanzar, va a llegar un punto en el que diré hasta aquí llego como atleta, esto se puede acabar si la Conade nos deja de apoyar”, advirtió.

En la reunión del Fodepar de hace varias semanas, se autorizó un presupuesto de 140 millones de pesos para repartir entre las federaciones deportivas. La realidad es que ese dinero no ha llegado a quien debe.

Ese mismo día Jesús Mena, director de Conade, afirmó que en breve se pondrían al corriente con los pagos; esa brevedad ya casi cumple un mes.

También los entrenadores del Centro Nacional de Alto Rendimiento y Talentos Deportivos (CNAR) sufren el retraso. Lo común es que firmaran su contrato la primera quincena de febrero, una vez que todos estaban firmados se mandan a revisión y reciben sus pagos alrededor de mes y medio después.

Con la nueva administración de Conade, las firmas de contratos sucedieron hasta mediados de abril. Así que recibirán hasta finales de mayo o principios de junio los pagos retrasados.

El problema fue que hubo errores administrativos de parte del Subdirector General, Alberto Leger, quien colocó todo el recurso en infraestructura de manera equivocada, por lo que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público rechazó el trámite.

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