Del poder al exilio

MÉXICO, 27 de junio.-La separación de la tierra que los vio nacer para salvaguardar su vida y la de sus familiares ha sido y es una práctica muy común entre los personajes que en algún momento ocuparon la silla presidencial en México.

A lo largo de la historia de México al menos 24 presidentes se encontraron obligados o por cuenta propia a abandonar su patria por motivos políticos.

Manuel Gómez Pedraza fue el séptimo hombre al frente del gobierno mexicano, pero el primero que salió del país por desencuentros políticos, su autoexilio, que duró cuatro años, primero en Francia y luego en Nueva Orleáns, obedeció al desconocimiento de su victoria en las elecciones presidenciales de 1829; regresó a México para ocupar la Presidencia por tres meses en 1832.

De 1833 a 1855, época en la que Antonio López de Santa Anna estuvo a cargo del Ejecutivo 11 veces, los presidentes Valentín Gómez Farías, Mariano Paredes Arrillaga, Mariano Arista, Miguel Barragán, Nicolás Bravo, Anastasio Bustamante y Juan Bautista Ceballos abandonaron el país de forma voluntaria u obligada por cuestiones políticas.

El caso de Santa Anna se presenta muy singular debido a que durante sus constantes retornos al poder sufrió el destierro en tres ocasiones, el primero en 1844: “Mariano Paredes, destituye a Santa Anna en 1844 y éste tiene que desterrarse en Cuba y decide regresar en 1846 en defensa de México cuando las tropas norteamericanas invadieron el territorio”, comentó el investigador del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución, Roberto Espinosa, en entrevista con Excélsior.

Tras la derrota sufrida en esta guerra en 1847 vuelve a huir del país con destino a Colombia, pero seis años más tarde un grupo de conservadores lo invita a México para encabezar una vez más la Presidencia:”en este periodo comienza a decretar unas medidas francamente dictatoriales, y después de resistir más de un año el levantamiento popular Santa Anna se exilia en agosto de 1855”, dijo Espinosa.

Finalmente en 1874, a la edad de 79 años, se le permite su reingreso al país.

Durante los 55 años transcurridos entre esta etapa política y el inicio de la guerra de Revolución, Rómulo Díaz de la Vega, Ignacio Comonfort, Benito Juárez, Félix María Zuloaga, Miguel Miramón y José María Iglesias vivieron el destierro voluntario o impuesto.

En esta misma etapa Porfirio Díaz y Sebastián Lerdo de Tejada murieron en el destierro, el primero en París y el segundo en Nueva York.

México no volvería a saber de un presidente exiliado hasta 1914 con Victoriano Huerta: “durante su mandato se ve una de las etapas más sangrientas de la Revolución Mexicana y sale al exilio primero a Europa y después en Estados Unidos, cuando es derrocado por el ímpetu de los constitucionalistas y de los zapatistas” agregó Espinosa.

Se suman a los presidentes en el exilio Eulalio Gutiérrez, Roque González Garza, Francisco Lagos Cházaro y Adolfo de la Huerta.

Ya en la historia del México contemporáneo Plutarco Elías Calles es enviado a EU por órdenes de Lázaro Cárdenas. Por su parte Pascual Ortiz Rubio dejó el país después de su mandato, por cuestiones de índole política.