Logo de Excélsior                                                        
Nacional

¡Tenga cuidado!...así luce una escuela patito

Caer en una universidad de mentiras es un terrible golpe al bolsillo y al plan de vida. Le ofrecemos una guía para detectarlas

Juan Pablo Reyes | 09-01-2012

CIUDAD DE MÉXICO, 9 de enero.- En nuestro país se ha alertado durante los últimos años respecto al peligro que representan las denominadas escuelas patito al sistema educativo mexicano y a los estudiantes que buscan superarse académica y profesionalmente en los diversos planteles escolares del país y que finalmente son defraudados con educación deficiente.

A decir del especialista en educación Luis Ignacio Fernández las escuelas patito únicamente ven a la educación como negocio y no buscan fomentar la calidad educativa, son centros que engañan con ofertas económicas y académicas a quienes acuden a ellos.

“Es necesario tomar en cuenta que las escuelas patito no tienen compromiso alguno con el interés público y no buscan servir a la sociedad. Las verdaderas instituciones de educación se han centrado en el bien común como un factor clave”, dijo.

Se advierte que existe una gran cantidad de planteles educativos, de todos los niveles, que no tienen los suficientes estándares de calidad para preparar académica y éticamente a quienes pretenden ser los futuros profesionistas mexicanos.

Por lo tanto se requiere la actualización de las normas en cuanto a calidad educativa, y también se necesita una vigilancia continua a los registros de validez y a los programas de estudio que imparten las escuelas particulares para evitar así los fraudes.

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) indicó que para identificar la forma de operación de las escuelas patito es necesario observar los siguientes detalles:

“Son escuelas enfocadas hacia las carreras de mayor demanda, como derecho, contaduría, administración, informática, ciencias de la comunicación e ingenierías en computación e industrial, la gran mayoría de los profesores son contratados por horas y no llevan a cabo programas de investigación.

“Las áreas de estudio elegidas para impartirse son aquellas en las que es posible ofrecer una enseñanza de bajo costo, sin necesidad de equipos costosos. La institución cambia las carreras o los nombres de éstas, si la demanda disminuye en una es sustituida por otra carrera.”

En la actualidad la Secretaría de Educación Pública (SEP) tiene un registro de poco más de dos mil 416 instituciones de educación superior privadas con estudios reconocidos por la dependencia.

En nuestro país operan 27 organismos dedicados a la acreditación de la educación superior, dos de los de mayor importancia son la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES), dedicada a acreditar instituciones, y el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (Copaes), que se enfoca a la revisión y acreditación de programas.

“Fimpes concibe la acreditación de instituciones como un mecanismo mediante el cual una organización acreditadora valida que una institución es lo que dice ser y provee lo que ofrece proveer, garantiza los mínimos de calidad necesarios en una oferta académica seria y está comprometida a superar los niveles de calidad que ya posee”, dijo.

La Profeco recomienda para detectar los planteles educativos patito verificar que el programa de estudios de la institución elegida cuente con el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE), el cual se puede verificar en el sitio web http://www.sirvoes.sep.gob.mx.

En el caso de la acreditación que otorga la Fimpes se puede consultar la página www.fimpes.org.mx.

Y la acreditación de la Copaes se puede verificar en el portal de internet http://ses.sep.gob.mx.

También las universidades públicas y autónomas pueden avalar los programas de estudios. La UNAM otorga la incorporación a instituciones particulares.

De igual forma se aconseja revisar la planta de profesores, recorrer las aulas, la biblioteca, el centro de cómputo y laboratorios para comprobar que cumplan con las expectativas y realizar consultas con el profesorado y alumnado de la institución académica.

Mejorar la calidad, necesidad imperativa

Al plantear que la educación no es un negocio y la creación de una institución educativa conlleva una gran responsabilidad no sólo hacia el alumnado sino también hacia el desarrollo del país, Fernando León García, rector del del Centro de Enseñanza Técnica y Superior de Baja California, indicó que mejorar la calidad educativa es el principal reto en la actualidad y existen esfuerzos para asegurar que se tenga mayor atención hacia la calidad de la educación.

“Hablar de mayor calidad es hablar de una inversión muy fuerte en mejorar la preparación de nuestros alumnos y profesorado, necesitamos contribuir de una manera más intensa hacia la investigación aplicada, publicaciones y proyectos. Un reto fundamental para la calidad educativa es tener en las instituciones una mayor cantidad de profesores con doctorado”, expresó León García.

Para Luis Eduardo Zedillo Ponce de León, director general del Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (Copaes), se requiere evaluar y acreditar a las instituciones educativas con base en sus resultados que presentan sus egresados y es necesario ampliar la cobertura de programas por acreditar.

“Uno de los principales retos es evidenciar la acreditación como uno de los elementos distintivos de la calidad de la educación en México para que sea evidente la calidad de un programa, es necesario acreditarlo y es un asunto que se tiene que extender a nivel internacional. Debe aumentar la cantidad de instituciones privadas que acrediten sus programas”, indicó.

Top 7 protéjase para no caer

1.- Cuidado con la estafa, Profeco advierte

La Profeco pide estar alerta con las escuelas enfocadas hacia las carreras de mayor demanda, como derecho, contaduría, administración, informática, ciencias de la comunicación e ingenierías en computación, entre otras.

2.- Indague por ahí, ¿Qué tal los maestros?

La mayoría de los profesores son contratados por horas y no realizan programas de investigación en los planteles. Es decir, únicamente asisten para dar clases. La Profeco pide no ingresar a una universidad así para no resultar defraudado.

3.- Dude todo el tiempo,  desconfíe de cambios

Cuestione una institución que cambie de manera continua las carreras o los nombres de éstas, ya que en las escuelas patito si la demanda del alumnado disminuye en una es sustituida por otra carrera de un ciclo para otro.

 4.- Pida referencias, busque acreditaciones

Verifique la escuela en alguna organización dedicada a la acreditación, como la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (Fimpes). En el país hay al menos 27 organismos que se dedican a acreditar.

5.- Recorrido, revise la escuela

Se aconseja a los padres de familia e interesados revisar la planta de profesores de las escuelas, recorrer las aulas, la biblioteca, el centro de cómputo y laboratorios para comprobar que cumplan con las expectativas académicas.

6.- Averigüe en la SEP, reconocimiento oficial

Antes de inscribirse a una educación de estudios superiores, compruebe que la institución elegida cuente con el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE), el cual se puede verificar en el sitio http://www.sirvoes.sep.gob.mx

7.- Confirmación, tómese su tiempo

Si un plantel le ofrece contar con tal o cual reconocimiento confirme en internet que la escuela elegida cuente con dicho requerimiento y los registros necesarios ante las autoridades oficiales u organismos privados. 

Te recomendamos

Comparte en Redes Sociales