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Nacional

UNAM e IPN se lucieron, hicieron ruido con sus inventos

A la vanguardia científica durante el año; la Máxima Casa de Estudios presentó una prótesis de mano que apoya en la recuperación de pacientes

Juan Pablo Reyes | 31-12-2011

CIUDAD DE MÉXICO, 31 de diciembre.- Durante 2011, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), dos de las instituciones educativas más importantes del país, llevaron a término diversos proyectos con el objetivo de apoyar la ciencia y el desarrollo de las tecnologías en nuestra nación.

Entre las acciones emprendidas por los organismos académicos destacan tecnologías que podrán ser aplicadas en beneficio de la sociedad mexicana.

De los avances impulsados por la Máxima Casa de Estudios del país destaca la prótesis para mano, la cual tiene por objetivo recuperar la función principal de la extremidad que es asir, y contribuir en el proceso de rehabilitación de los pacientes que tiene una duración aproximada de seis meses.

La UNAM también desarrolló en el Centro de Diseño Mecánico e Innovación Tecnológica de la Facultad de Ingeniería una prótesis de disco intervertebral lumbar móvil que, a diferencia de las convencionales, absorbe energía, es menos invasiva y se adapta a cada paciente.

También el Instituto de Geofísica desarrolló una nueva tecnología que podrá ser aplicada en el pronóstico de huracanes categoría cinco.

En este año, de igual manera, fue creado un programa de reciclaje de unicel, con él la UNAM   se convirtió en la primera universidad de Latinoamérica en desarrollar un programa de reciclaje de productos de poliestireno expandido.

Tecnología sobre ruedas

El Politécnico Nacional, al celebrar sus 75 años, creó un automóvil deportivo que alcanza los 100 kilómetros por hora en 3.5 segundos. Está construido con lámina para reducir su peso a 600 kilos. Su motor de cuatro cilindros y cuyo tamaño es de 2.2 litros produce 143 caballos de fuerza.

Las prestaciones de este vehículos son similares a la de los autos deportivos europeos. Como no utiliza combustible especial ni llantas de carreras, el Maya Concept Zero es catalogado como un coche deportivo ligero.

Respecto del ámbito sustentable, el IPN recurrió a medios naturales para combatir el mosquito del dengue, asimismo desarrolló un deshidratador solar de alimentos y un dispositivo que ahorra agua en los sanitarios.

En materia de seguridad, el Politécnico avanzó en la creación de un sistema de alarma basado en la detección de placas vehiculares, con el cual se puede contribuir a la localización de unidades involucradas en algún tipo de delito.

Dicho sistema emite de manera automática una alarma en la pantalla de la computadora, luego de que hace un análisis de las imágenes digitales de las matrículas capturadas por las cámaras de seguridad, las cuales se ubican en puntos estratégicos de las principales avenidas de la Ciudad de México.

También desarrolló un sistema de información geográfica que permite valorar la vulnerabilidad de inmuebles en caso de emergencias como incendios, temblores o derrumbes. Está diseñado para ser operado por personal de Protección Civil, quien al recibir una llamada de emergencia, posiciona en el mapa el lugar exacto del incidente y de manera inmediata el sistema le indicará en la pantalla los sitios aledaños con mayor riesgo.

Otro avance sobresaliente por parte del IPN consistió en un plasma para recubrir aviones y eliminar el hielo que se acumula en el fuselaje y alas de las aeronaves, con lo cual el riesgo de accidentes disminuye considerablemente.

Acciones contra el hambre

En el penúltimo día del año, el Politécnico dio a conocer que alumnos de la Escuela Superior de Comercio y Administración crearon una empresa dedicada a la elaboración de “atole instantáneo altamente nutritivo a basa de amaranto”.

El producto, de acuerdo con el Instituto, pretende combatir la desnutrición que padecen los niños mexicanos.

El IPN informó que “posee aproximadamente 16 por ciento de proteína, cifra más alta que la que contienen los cereales tradicionales como el maíz, arroz o trigo, y que se puede consumir al momento”.

Proyectos presentados

Éstos son algunos de los desarrollos que sobresalieron este año, concretados por la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional.

Superdeportivo

Jóvenes politécnicos crearon un auto que compite con los grandes.

El Maya Concept Zero es un monoplaza construido con lámina.

Tiene un peso aproximado de 600 kilogramos.

Tiene un motor de 143 caballos de fuerza, cuatro cilindros de 2.2 litros.

Alcanza los 100 kilómetros por hora en 3.5 segundos, tiempo similar al de superdeportivos europeos.

No utiliza combustible especial, ni llantas de carreras.

Se le cataloga como un auto deportivo ligero.

El Fibratole

Estudiantes del Instituto Politécnico Nacional desarrollaron una empresa que ofrece atole instantáneo.

Se trata de un producto ciento por ciento natural.

Basta añadir agua caliente para consumir al instante el producto.

No contiene conservadores. Es endulzado con mínimo de azúcar.

El consumo es recomendado para toda la familia, pero particularmente para los niños a quienes se ofrecen los sabores natural, chocolate y fresa.

El Fibratole también se puede preparar en frío como malteada o frapé.

Cuando se deja en refrigeración por 45 minutos se obtiene una especie de natilla tipo flan, que se puede ingerir a manera de postre que no engorda.

De acuerdo con el Instituto Politécnico Nacional, no hay un producto en el mercado como el Fibratole, con cualidades nutritivas que no ocasionan sobrepeso ni obesidad.

Prótesis de mano

En la UNAM fue desarrollado con tecnologías propias.

Su objetivo es recuperar la función principal de la extremidad, que es asir.

Busca contribuir en el proceso de rehabilitación de las personas con amputaciones, que tiene una duración aproximada de seis meses.

Tiene un mecanismo para la oposición y flexión del pulgar, para que la persona pueda tomar cualquier objeto sin dificultad.

Permitirá oponer el pulgar, el movimiento de cuatro dedos, y la carga eléctrica del sistema no podrá exceder dos miliamperios, norma establecida para la salud humana.

El usuario no podrá cargar más de 20 kilos, para evitar problemas en la columna vertebral, ya desequilibrada por la utilización del aparato y la ausencia de la extremidad.

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