Zona Esmeralda, el lugar más seguro para vivir en México

CIUDAD DE MÉXICO, 26 de agosto.- Luego de la violencia que se vive en San Pedro Garza García, Nuevo León, que es considerado el municipio más rico en todo el país, Zona Esmeralda se convirtió en el lugar más seguro para vivir en México.

De acuerdo con los habitantes de la zona, el residencial, ubicado en el municipio de Atizapán, Estado de México, ocupa el primer lugar en materia de seguridad.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señala que Zona Esmeralda es la región con menos delitos cometidos por el número de habitantes que tiene.

Mientras en el municipio neoleonés se tienen registrados mil 568 delitos en una zona donde habitan 122 mil 659 habitantes,  en la Zona Esmeralda se registran poco más  de cien delitos de diferentes tipos en una colonia de 40 mil habitantes.

Durante la presentación de los problemas y avances en este rubro, realizada el miércoles pasado, la Asociación de Residentes de Zona Esmeralda aseguró que tienen un policía por cada 149 habitantes.

En este lugar vigilan, tanto elementos de la policía municipal como agentes de seguridad privada, que trabajan, sobre todo, en los fraccionamientos y centros comerciales.

Las estadísticas de la asociación señalan que 86% de los 267 elementos que hay en el residencial son pagados por la comunidad y ocho de cada 10 pesos que se recaudan en cuotas se destinan a este rubro.

“Estamos trabajando para que Zona Esmeralda siga siendo una de las zonas más seguras de México. Lo que más buscamos en nuestros fraccionamientos es la seguridad; todos pagamos por esa seguridad y cada día queremos que sea mejor”, dijo Luis Miranda, presidente de la asociación de residentes.

Cierta intranquilidad

A pesar de los números presentados, los habitantes de los distintos fraccionamientos denunciaron robos, secuestros y falta de vigilancia en las entradas a sus domicilios.

Uno de los vecinos, que omitió su nombre por seguridad, narró que tanto él como su hija fueron secuestrados el año pasado a la salida de la zona residencial. El hombre estuvo privado de su libertad por tres meses hasta que logró su liberación.

Tiempo después ocurrió lo mismo con su hija. “No lo reporté a las autoridades porque no podrían hacer nada. Yo mismo negocié mi libertad y la de mi hija. Tiempo después supe que los taxis habían tenido algo que ver”, dijo el hombre.

Otra persona dijo que también estuvo a punto de ser secuestrado o robado en un taxi de la zona, cuando lo llevó al aeropuerto a las tres de la mañana.

“El sujeto venía muy lento. Al principio creí que manejaba mal, pero al llegar a Periférico seguía igual hasta que le dije que iba muy lento y entonces aceleró. Creo que estaba esperando a que alguien nos interceptara, porque había hablado por teléfono”, dijo.

Los habitantes acusaron a los taxis ser responsables de los delitos que ocurren en la zona, pues todos están al pendiente de quién sale, de dónde sale, a dónde va.

Asimismo aseguraron que la vigilancia de los fraccionamientos no es suficiente y eficiente, pues hay muchas libertades y cualquiera puede entrar.

“Basta con que le levantes la mano y saludes al de la entrada para que no te pida identificación. O si le dices ‘voy a ver a la familia tal’, te dejan pasar y ni avisan o preguntan más”, indicó uno de los jóvenes asistentes.

En Zona Esmeralda hay 25 fraccionamientos con cerca de 10 mil familias, al que entran diario 22 mil 500 autos de proveedores de servicios, que muchas veces no se identifican correctamente.

El crecimiento de los residenciales ha llevado a que se incrementen los robos, sobre todo a casa habitación, según las cifras de la asociación.

El robo a casa habitación es el más común, realizado por personal doméstico, entre colonos y por bandas organizadas. En el último año se han registrado 65 robos, cifra que duplica el número registrado desde 1985 hasta julio del 2010. Sin embargo, 80% de éstos no se denuncia.

En la estadística también se tiene el robo de automóviles y de mercancía de los locales comerciales, así como homicidios, secuestros y accidentes aéreos.

Acciones

Videovigilancia en residenciales y en la avenida Jiménez Cantú.

Recorridos policiacos.

Colocación de botones de emergencia en puntos estratégicos y casas de personas de la tercera edad.

Patrullajes ciudadanos

Programa “Vecino Vigilante”, en el que cada habitante debe estar pendiente de movimientos o actividades fuera de lo común.

Investigación de domicilios sospechosos.

Radiocomunicación para los elementos de seguridad.

Padrón de taxis de la zona

Polígrafo para policías.

Colocación de luminarias.

Servicio de abogados para atender denuncias de vecinos.

Coordinación con la policía municipal y la Procuraduría General del Estado de México.